saudade.
El reloj de mi ordenador marca las 2:54 de un jueves que apenas ha nacido. Creo que llueve (no me atrevo a levantarme y a mirar por la ventana). Niños Perdidos suenan a través de mis cascos (me gustaría poner mi nuevos altavoces 2.1 a tope, pero la verdad, no son horas) y casualmente descubro que en un par de días van a sacar el nuevo disco, ya era hora. He apadrinado mi palabra (por si a alguien le interesa, ha sido 'maravilloso'). Hoy ha sido un día extraño.
Llevo un día aquí y poco he hecho (mucho menos de lo que debería haber hecho), hacer el vago (que por cierto, no se me da nada mal), ver series (adiós a la segunda temporada de Prison Break) y escuchar música, mucha música.
Ayer se me olvidaron las gafas, justo acababa de comprar el billete cuando Walk of Life suena. Mi madre. No me da tiempo a volver a casa, en unos 20 minutos sale el tren. Bueno, ahora va tu padre. El tren llega, me subo a él, miro a mi alrededor. Y de repente veo mi padre al otro lado del cristal, me hace un gesto, que me levante, que vaya hacia la puerta. Me mira, me das las gafas, le miro, se va. Y me vuelvo a sentar, miro a mi alrededor. Qué extraño, ni una sola palabra.
Etiquetas: pensamientos
No hay nada peor que sentir la soledad y echar de menos a alguien aun estando acompañado. Se fuerte. Un saludo.